Lo perdí de vista por un instante....(otra vez)

 

Hoy 27 de Octubre de 2009, Santiago Raúl Pérez, mi amigo, mi hermano, hubiera cumplido 28 años...
...pasan los años y contra esa idea de que el tiempo trae claridad, yo cada vez encuentro menos palabras en mi interior...
...es por eso que hoy repito lo que algúna vez supe escribir, por no callar:

                                              ...LO PERDÍ DE VISTA POR UN INSTANTE...

Llegué a Baldasarini entrada la noche del 20 de Abril, sin saber que muy pronto se volvería más oscura, más fría y eterna. Nada me importaba más que encontrarlo y abrazarlo...solo para eso, para que me encuentre y me abrace. Crucé una puerta que no recuerdo y subí veloz una escalera que tampoco puedo recordar...y es que mi memoria anda muy ocupada en no olvidar para siempre el sonido de su risa, de su silencio, de su voz.
Por fin, entre la gente, nos encontramos y abrazamos intensamente (imposible utilizar otro adjetivo tratándose de Santiago)... cuánto tiempo?, una vida.
Lo perdí de vista por un instante...
                                                 ...la ventana podrida cedió; el delgado vidrio estalló; una escandalosa alarma inundó el ambiente; un chico me contó que "un tal Gastón" se había caído y mi cabeza, incorrecta pero correctamente, escuchó "castor"; mi voz se ahogó en gritos desesperados y mis pies volaron para bajar hasta él.
Lo vi un instante...
                          ...rodeado de gente, ensangrentado en los brazos de alguien, con sus ojos cerrados, descansando para luchar.
Lo perdí de vista por un instante...
                                                  ...corrí mil cuadras, que quizás no fueron diez, de la mano de una morocha y extraña mujer gritando una verdad que nadie quería creer; parando autos que nunca pararon, que, inhumanamente, nos esquivaban espantados.
Lo vi un instante...
                           ...recostado sobre una camilla, descansando para luchar, mientras el miserable dueño del bar barría vidrios, sangre y madera podrida; miré a Santiago a sus ojos cerrados y, agarrando fuertemente su mano, solo seis palabras pude soltar: "vos de acá no te vas".
Lo entraron a la ambulancia...
                                          ...y lo perdí de vista por un instante.
Y mientras dura ese instante:
                                           ...señalo a los culpables (DOÑO ISAAC JORGE – dueño del bar Baldasarini, condenado a tres años de prisión en suspenso// ANTONIO FERRAMOSCA, FEDERICO FELICES y CLAUDIO GOMEZ, personal de Inspección General de la Municipalidad de General Pueyrredon, imputados en la causa penal por "Incumplimiento de los deberes de funcionario público", ya que el sitio, por sentencia del Juez Juan Manuel Fernández Daguerre y ratificación del Juez Fernando Carlos Mumare, debería haber sido clausurado un mes antes del fallecimiento de Santiago y estos señores nunca hicieron efectiva la clausura, por inoperantes o por corruptos); descubro que aunque la razón me explique, una y otra vez, que "Santiago está muerto", miles de aromas, sonidos, colores, lugares y momentos me susurran en el alma, una y otra vez: "Santiago no está muerto, está escondido en las esencias de la vida, esperándonos, jugando con el misterio". Mientras dura ese instante...llorando un llanto seco escribo lo que siento como buenamente puedo; admiro la fuerza de sus padres (Silvia y Raúl) y de su hermana (Vero), y me sumo de todo corazón a sus gritos (desgarrados, profundos e indelebles), al pedido (justo, necesario y vital) de JUSTICIA...ni limosnas, ni favores, ni disculpas; hoy, como ayer y como cada mañana... JUSTICIA...JUSTICIA...JUSTICIA.
Porque la JUSTICIA era su norte, su bandera, su atajo para tomar el camino más largo; porque la JUSTICIA era el motor de cada logro y de cada fracaso; porque la JUSTICIA era el alma en cada acierto y en cada error de mi amigo, Santiago.
Porque la vida es un frenesí, una ilusión, una sombra, una ficción, y su mayor bien es pequeño...porque toda la vida es sueño, y sin JUSTICIA me cuesta soñar, me duele estar despierto.

Jeró...

...somos nada y valemos mucho...

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