miércoles, 24 de septiembre de 2008

“¿Quién te creés que sos para sacar fotos?” (sic).

Policía Federal y represores, esa curiosa amistad por María Belen Cano

“Adiós jefe, buen viaje”, dijo el hombre vestido de uniforme azul, pelo canoso y bigote tupido. Estaba despidiendo a un militar detenido por delitos de lesa humanidad. El policía federal fue el mismo que interrogó a periodista y fotógrafo y pidió identificaciones en la vereda del Juzgado, en la esquina de Viamonte y Bolívar. Fue el mismo que sugirió taparle la cara a los represores a punto de subir al camión del servicio penitenciario y hasta sujetó camperas con tal de que la cara de los detenidos no se conozca. Fue el mismo que intentó eludir las fotos a él mismo, pero no lo logró.

El policia está sin la identificación
La custodia del Juzgado N°1 amparó a represores y hasta agredió a la prensa que buscaba tomar una fotografía de sus caras de asesinos, de violadores, de torturadores.


AMPLIACIÓN DE INDAGATORIA A LOS DETENIDOS POR LA CAUSA BASE NAVAL. Rafael Guiñazú, acusado de más 400 delitos de lesa humanidad, llega a media mañana a bordo de un patrullero de la Federal. Detrás, lo hace el auto de su hijo, secretario de Gobierno comunal. Las fotos fueron a uno y otro. Minutos después, el señor de la Policía Federal –que no llevaba en su uniforme su apellido como acostumbran- salió a la esquina. “¿Qué están haciendo?”, interrogó. “Los estamos esperando”, fue la respuesta. “¿A quiénes?”, retrucó con asombrosa desvergüenza. Preguntó quiénes éramos y pidió credenciales ó documentos. Volvió a ingresar.

Horas después fue el turno de salir de Alfredo Arrillaga. El operativo para cubrirlos fue asombroso: la camioneta lo más cerca posible de la salida del Juzgado. La puerta abierta del camión del penitenciario para obstruir la visión. Y por las dudas, una las custodias quedó colgado del escalón que permite subir al vehículo. Una voz amistosa despide al represor: es el mismo Policía Federal.
Foto Marcelo Núñez
NUEVAS DETENCIONES: CAE UN CIVIL. El abogado, ex CNU y miembro del servicio de inteligencia del Ejército en la última dictadura cívico militar, Eduardo Cincotta, está en el interior del Juzgado. Fotógrafos y periodistas aguardan su salida. Llega la camioneta del penitenciario bonaerense. Estaciona donde debe y deja encendido su motor, como a la espera de algún detenido.
Pero no ocurre nada. La Federal ordena meter la camioneta atrás, para que salgan sin ser vistos. Pero el techo no lo permite. Se asoma la secretaria de la Fiscalía Federal y el propio Juez Alejandro Castellanos que instruye la causa sobre lo acontecido en los centros clandestinos de detención que funcionaron en la comisaría cuarta y la Base Aérea. Instantes después los tres hombres del servicio penitenciario se suben a la camioneta y se van. Adentro estaba aún Cincotta, sus abogados, el juez y el fiscal Perés. Una hora después, fiscal y letrados se van.

La camioneta del penitenciario vuelve y se estaciona por Mendoza. Un patrullero de la Federal se introduce en el garage por dónde deben salir los detenidos. “Esposámelo bien”, dice sin disimulo un uniformado que se encargaría del traslado. “Ponete lindo para la foto”, añade aludiendo a las cámaras fotográficas que aguardaban la salida de Cincotta. El civil acusado de colaborar con la dictadura es un prestigioso abogado que no pretende seguir ensuciándose. No quiere ser visto esposado y cuenta con protección para lograr su cometido. Lo cierto es que el patrullero se retira con los mismos tres policías. La camioneta del penitenciario no apareció más.

¿Qué pasó con Cincotta? Una fuente del juzgado salió en su auto y dijo que se lo habían llevado “por atrás”. El juez afirmó que a media mañana se había retirado aunque sus abogados llegaron sobre el mediodía. Una fuente de la Alcaidía 44 mencionó que fue llevado por la noche.

MÁS REPRESORES DETENIDOS.
Por la misma causa se detiene otro grupo de represores. La actitud de la Policía Federal se repite. El uniformado de pelo canoso, ojos claros y bigote grisáceo otra vez dirige la salida encubierta de los ex militares y se mete rápidamente en el Juzgado cuando la lente lo enfoca. La tarea fue acompañada por un Policía Federal, pelado y de anteojos circulares.

Cuando el camión del servicio penitenciario federal se estacionó a unos dos metros de la puerta, enseguida se ordenó correrlo hacia atrás para utilizar la salida más escurridiza. Las miradas de los uniformados estaban puestas en el fotógrafo y los periodistas. Uno a uno, fueron saliendo del Juzgado. Los primeros pudieron ser fotografiados, los últimos no. Es que uno de los uniformados alertó al resto de que el reportero gráfico estaba subido a un árbol. Enseguida, el Federal que aparenta unos 60 años dijo a sus detenidos que se tapen y hasta les sostuvo la campera para ayudarlos en esa tarea. Pero si es muy amistoso con los abogados y los familiares de los detenidos.

Por la tarde, un policía de apellido Parodi increpó al reportero gráfico de la Comisión por los Juicios Verdad, Justicia y Memoria y motivó que la abogada Gloria León presentara en las últimas horas, un escrito ante el juez Castellanos para que garantice la libertad de trabajo de la prensa que cubre la noticia.
El oficial, un hombre joven, intentó, con muy malos modales e insultos, impedir que el fotógrafo tomara imágenes de los ex militares imputados por crímenes de lesa humanidad en el momento que eran subidos al celular para ser trasladados a la unidad penal Nº 44 de Batán.
El fotógrafo que se encontraba en la vereda, del otro lado de la reja, intentando hacer su trabajo tuvo que escuchar los insultos del uniformado, quien lo increpó: “¿Quién te creés que sos para sacar fotos?” (sic).

Foto Marcelo Núñez

1 comentario:

Andy dijo...

Hola me parece bárbaro tu trabajo, ahora bien. "derechos humanos" en minúscula ya que son los que permiten el derecho a violar, a matar a que nos roben inclusive si un chico de 13 o 14 años te mata un familiar, a tu hijo/a madre, padre quien fuera de tu familia, no podes hacer nada contra el chico, tienen derechos. Espero que la gente piense un poco en esos derechos que nos obligan a estar aterrorizados.
Para quien es el derecho una vergüenza...!
ALGUIEN ABRIRÁ LOS OJOS O SEGUIRAN SIENDO O HACIENDO QUE NO VEN NADA?

Salu2
Andy